

Alejado de la pintura por encargo, en los grabados, Goya experimenta y explora estéticamente con nuevas temáticas y motivos. Encontramos aquí un Goya cronista, un observador sagaz que incluso flirtea con la poesía, ya que a menudo completa sus imágenes con epigramas o breves composiciones poéticas de contenido moral, social o político, con una prosa afilada, crítica, satírica, a vueltas burlesca y, a la vez, desesperada. Un Goya que demuestra un dominio excelso de las técnicas utilizadas y una sensibilidad que avanza en el camino del arte moderno.
La exposición Volaverunt. Los grabados de Goya desde la contemporaneidad es una oportunidad única para ver en Girona las cuatro grandes series de los grabados de Goya, creadas entre 1797 y 1819: Caprichos, Desastres de la guerra, Tauromaquia y Proverbios (también llamada Disparates).
Los grabados, que provienen de la colección del Museo de Mataró, corresponden a la estampación que se hizo en los talleres de la Calcografía Nacional de Madrid entre los años 1937 y 1938. Con esta tirada en plena Guerra Civil Española, el gobierno republicano llevaba a cabo una operación de prestigio cultural: efectuar, por primera vez, la impresión conjunta de las cuatro series. Los grabados están realizados con la técnica del aguafuerte y el aguatinta (a menudo bruñida), en la punta seca o en el buril. Técnicamente, la edición —también llamada «serie de guerra» y limitada a 150 ejemplares, de los que la tirada de Mataró es el núm. 16—, es una de las más valoradas por su calidad de impresión y entintada.
El conjunto está formado por 80 grabados de Caprichos, 80 de Desastres de la guerra, 40 de la serie Tauromaquia y 18 de Proverbios. El museo custodia los grabados de cada una de las cuatro series desde 1944, cuando los depositó el Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional (SDPAN). Todos... salvo uno. No se sabe cuándo ni cómo pasó, pero falta uno, así que se trata de una colección incompleta. La obra desaparecida es Se aprovechan, precisamente el grabado 16 de los Desastres de la guerra. Esta ausencia no está documentada hasta dos décadas después, lo que ha dado lugar a lo largo del tiempo a todo tipo de especulaciones sobre el motivo —¿intencionado, fortuito.?— de esta pérdida.
Volaverunt es uno de los aguafuertes más icónicos de los Caprichos. La palabra volaverunt viene del latín, quiere decir «volaren», e indica que falta algo, que ha desaparecido. En este caso: Se aprovechan. Este vacío es el punto de partida de Volaverunt. Los grabados de Goya desde la contemporaneidad, que propone un diálogo entre Goya y el arte contemporáneo, a través de una serie de obras creadas específicamente para esta exposición. Un diálogo que se interroga por la desaparición del grabado perdido, y levanta el vuelo a partir de las cuatro series goyescas.
Se trata de Irene Solà, Marcos Prior y Anna Dot. Un conjunto de aproximaciones y derives, que se muestran de nuevo en esta itinerancia, tras estrenarse en 2021 en Ca l'Arenas. Centro de Arte del Museo de Mataró. Además, en el contexto de la exposición, se presenta por primera vez la pintura Defensa de Girona el 19 de septiembre de 1809, de Joan Carles Anglès (?-1822), una obra inédita adquirida por la Generalitat de Catalunya y depositada en el Museo de Historia de Girona.
«Las series grabadas fueron para Goya una catarsis, una purificación, una evasión de sí mismo, de los dolores y angustias que, por motivos personales o históricos, se apoderaron de su cuerpo o de su ánimo en momentos decisivos de su existencia».
Enrique Lafuente Ferrari. Los Desastres de la guerra de Goya y sus dibujos preparatorios, 1952