Sílvia Planas Marcé
“mare, mère, mother, madre, ama, nai, mater...
materia, tierra, tierras, pardas, rojas...
matriz, vientre, recibir, acoger, incluir...
rechazar, decidir...”
Madres, todas. Madres, plenas. Madres, No.
Esta exposición acoge las distintas maternidades que transitan por nuestras colecciones. Es una invitación a mirarlas y pensarlas todas: las divinizadas, las carnales, las sacrificadas, las soñadas, las empoderadas, las sufridoras, las deseadas y las rechazadas.
La historia las llama. Las marca, a veces con ternura y pulcritud, otras veces con aquella determinación patriarcal que se apropia de la fertilidad y de la sexualidad de las mujeres y las hace ser madres, y las deja sin ser nada más, e impone una idea, una imagen, un destino. El arte las retrata. Las dibuja rebuscando los trazos del pasado y las limita a las pautas de la sociedad. Al fin y al cabo, el arte es espejo, pero también es espejismo.
Madres divinas, como los frutos de su vientre. Madres amantes, dando la vida y fundiéndose de amor. Madres luchando contra destinos impuestos, definidos, absolutos, absurdos, inciertos. Madres dolientes, con el corazón desgarrado y el cuerpo hecho pedazos. Madres deseosas, soñando con serlo. Madres deseadas, esquemas ilusionados. No Madres decidiendo, abriendo caminos de libertad para el cuerpo y para el alma.
Son ellas, y están presentes a lo largo de toda la historia, de todas las historias. También en la historia de las obras del Museo.